sábado, 21 de marzo de 2020

Desde el teléfono fijo

Esta mañana hablé de nuevo por el teléfono fijo.
Recibí un mensaje por Watssapp alertando sobre la necesidad de dejar la red lo más libre posible para todos los que están teletrabajando o estudiando en estos dias.
Así que decidí buscar el aparato, que estaba en un armario por razones que no vienen al caso, volver a instalarlo y hablar por teléfono fijo con mi amiga.
Comentamos acerca de aluvión de videos, fotos y mensajes varios que llegan por las redes, intentando subir el anímo y, de alguna forma, paliar nuestra sensación de aislamiento. También hablamos de los mayores, que en su gran mayoría aún tienen dificultades para manejarse con estos recursos, o directamente carecen de ellos.
-"Yo llamo por teléfono fijo a alguna persona mayor que conozco, pero después de una semana, ya veo que se va encontrando más decaida, triste y agobiada que al principio"- me comentó ella-.
"Hay muchas mayores que están estos días solas en casa, viendo por la tele noticias que asustan y sin más comunicación que el teléfono fijo. Estos mensajes positivos no les llegan y se encuentran cada día más asustadas" - continuó diciendo.
 - "Ufff, no sigas, conozco esa sensación" -respondí-. No hay nada peor que sentirte una víctima impotente, esperando el día que tu agresor decida acabar contigo.
Pero se puede salir, se puede romper ese círculo de miedo, y cuando lo rompes, tu vida ya nunca será igual.
Es necesario empoderar a los mayores, dejar de verlos simplemente como "colectivo de riesgo" o "víctimas potenciales". Hay que hacer que se sientan útiles y que también ellos y ellas pueden enfrentarse de alguna manera contra este enemigo invisible que nos mantiene encerrados y asislados, haciéndonos pensar que solo nos queda "resistir".
Ellas y ellos estan armados con sus telefonos fijos y pueden estar en primera linea del frente ayudando a otras personas mayores que también están solas en sus casas.
No hay nada más gratificante que recibir cada mañana un "buenos dias" lleno de cariño de una persona que, pudiendo estar en la otra punta de España, se acuerda de tí y te recuerda a tí  misma el valor que tienes para alguien.
Si cada persona mayor aislada, con su teléfono fijo, se ocupara cada día de dar su saludo mañanero, o sus buenas noches, a cinco personas mayores y cada una de ellas a otras cinco... ¿cual sería el efecto?
las matemáticas no son lo mío, pero al menos el doble que la tasa de contagio del covid, que es de dos y medio.
Pero claro, no sirve llamar para seguir quejándose o dar malas noticias, o alarmar más aún. Hay que preparar esa llamada. Hay que buscar primero motivos para agradecer, para sonreir, incluso para reír, cantar o bailar.
La risa y la alegría es el mejor antídoto contra el miedo, nos sube las endorfinas y mejora el sistema inmunológico, que es lo que necesitamos todos.
Así que antes de hacer esas cinco llamadas por teléfono fijo a otras cinco personas con teléfono fijo, piensa: ¿que tengo que agradecer a la vida hoy?" ¿que "buena noticia" voy a transmitir? ¿qué anecdota divertida comparto con esta persona a la que me une un hilo telefónico? Sólo con este ejercicio aparecerá una sonrisa en tu cara y quien escuche tu llamada seguro que lo notará.
Sonríe, vamos a superarlo ;)


1 comentario:

  1. Muy bien. Pienso como tú, aunque yo nunca he prescindido del fijo. Los hermanos siempre usamos el fijo menos con una hermana que está en residencia.

    ResponderEliminar